sábado, 13 de octubre de 2007

LA MAÑANA QUE VIVÍ.

En el día 9 de Octubre del 2007-Martes. Me lavanté, como todos los días, a las siete y media para ir al instituto.
Mi madre me tenía preparado el desayuno: leche con cola-cao.
Me bebí la leche: mientras mi padre no me dejaba pues iba de lado a lado preparándose la comida que se iba a llevar al trabajo. Cuando conseguí beberme la leche, me fui a lavar la cara con agua fría. Por el agua me dió un escalofrío muy grande, mientras oí como se movía mi hermano, que estaba en la cama porque no tenía que ir a la universidad.
Después de lavarme la cara, entré en mi habitación y me puse a vestirme como todos los días. Cuando terminé de vestirme entré en el cuarto de baño dónde estaba mi padre lavándose los dientes y le eché fuera (como todas las mañanas hago a mi hermano o a mi padre). Me estuve peinando como siempre, después cogí la mochila de mi habitación, mientras mi madre me decía que si tenía que llevar tanto peso. Me salí de mi habitación y me fuí al salón dónde ya estaba mi padre arreglado viendo el telediario. Cogí mi bocadillo del recreo, que tenía mi madre preparado y colocado para sólo guardarle en la mochila, que es lo que hicé y me salí de mi casa, hacia la plaza de mi pueblo donde se coge el autobús.
En el camino hacia la plaza me encontré con un chico joven que iba a dejar el pan en la residencia, oí como movían las butacas de la residencia, porque había algunos ancianos ya levantados. Seguí mi camino y me encontré con un hombre que iba a trabajar al que saludé me fijé en que llevaba una camiseta blanca. Llegué a la plaza dónde oí como empezaban a cantar los pájaros, solte la mochila en el maletero y subí en el autobús. Estuvimos esperando hasta las ocho. La cuidadora contó cuánta gente había y fuimos rumbo al instituto.
Fuí un rato hablando con mis amigas y otro rato mirando el campo por el que ví correr a dos conejos. Llegué al instituto y ya había llegado el autobús de Burujón.Bajé del autobús, cogí la mochila y mis amigas y yo nos metimos dentro del instituto, porque fuera ya había mucha gente, y nos sentamos en un banco.
Desde el banco observé cuánta gente había en las escaleras del edificio de cafetería, cuánta gente pasaba al edificio nuevo y los profesores que pasaban en el tiempo que estuve sentada en el banco, que fueron seis. Antes de que tocase el timbre me subí a clase para no pillar el atasco que se forma, que no se puede pasar. En la clase sólo había dos compañeros.Sonó el timbre y empezaron las clases.

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